El Reglamento de Taxonomía de la UE, pieza clave de la Estrategia Renovada de Finanzas Sostenibles para redirigir los flujos financieros hacia actividades sostenibles, ya está vigente y es de obligado cumplimiento en materia de transparencia para las empresas bajo el alcance de la Directiva de Divulgación de Información No Financiera.

Las actividades asociadas al sector inmobiliario están incluidas entre las susceptibles de contribuir sustancialmente a alguno de los dos objetivos de la Taxonomía para los que ya se han definido criterios técnicos de selección (mitigación y adaptación al cambio climático). Además, un gran porcentaje de empresas en el sector son grupos obligados al reporte de sostenibilidad o sobre los que las entidades e instituciones financieras ejercen más presión, por el número de productos financieros que, a su vez, están sujetos a la divulgación según la Taxonomía.

Este trabajo revisa el estado del arte según la literatura científico-técnica en los dos años de vigencia del Reglamento, las claves de los retos que supone la implementación de la Taxonomía en el sector inmobiliario: 1) mapeado de actividades con un análisis paralelo de la viabilidad de alineamiento con los criterios técnicos de selección (CTS) en cada objetivo (adaptación o mitigación), en función del desempeño, y toma de decisiones en consecuencia; 2) recopilación de datos y evidencias para demostrar una contribución sustancial al objetivo, y establecimiento de gaps y planes de transición para conseguir el alineamiento a medio plazo; 3) multidisciplinariedad necesaria para analizar los criterios DNSH (Do Not Significant Harm) para el resto de objetivos ambientales y las salvaguardas mínimas en cuestiones sociales, además de explorar la potencial contribución al resto de objetivos cuando entren en vigor, incluyendo los de la Taxonomía social; 4) adaptación de los sistemas de información y documentación, gestión y contabilidad, para poder reportar KPIs de forma desglosada, en el caso de que varias actividades estén involucradas. También se aportan herramientas como árboles de decisión que facilitan la aplicación de criterios de manera sucesiva en base a preguntas clave.

Además de representar no pocos retos, la aplicación de la Taxonomía en el sector inmobiliario es un camino lleno de oportunidades, que genera gran expectativa por el plazo relativamente corto en el que pueden materializarse contribuciones significativas en la transición hacia una economía descarbonizada.